Cuando los clientes describen su experiencia con Rhiley, la palabra que más mencionan es “sensibilidad”.
Esta fue la motivación de Rhiley para convertirse en abogada, el deseo de aportar sensibilidad y empatía a un campo donde a menudo faltan.
Cuando los clientes describen su experiencia con Rhiley, la palabra que más mencionan es “sensibilidad”.
Esta fue la motivación de Rhiley para convertirse en abogada, el deseo de aportar sensibilidad y empatía a un campo donde a menudo faltan.
En la Facultad de Derecho Mitchell Hamline, fue Directora Ejecutiva de la Clínica de Autoayuda, especializada en eliminación de antecedentes penales y derecho de familia. Recibió el premio de Voluntaria Estudiantil en Derecho por su labor.
El hilo conductor de esta experiencia profesional y voluntaria es el deseo de ayudar a la gente. No sorprende, entonces, que Rhiley decidiera dedicarse al derecho familiar después de graduarse.
A Rhiley le apasiona guiar a sus clientes en situaciones difíciles y emotivas, en esos momentos cuando más solos se sienten. Ha logrado reunir a padres con hijos que no veían desde hace años, y ha trabajado para evitar que familias pierdan sus hogares.
Pero el sistema de derecho familiar no siempre se alinea con los mejores intereses de las personas. A veces, la sensibilidad no basta y un abogado debe defender los derechos de su cliente. Rhiley no teme ir a juicio cuando la situación lo requiere.
Como nativa de Minnesota, Rhiley es una apasionada de los Vikings y de la belleza natural del estado. Disfruta leer, viajar y pasar tiempo con su familia.